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 La moneda común de varias naciones europeas estuvo en el centro de las críticas en los últimos años, minimizando tal vez el rol que puede haber jugado para evitar que la crisis económica sea mucho peor en varios países; además de haber sido un factor fundamental para que llegar a acuerdos políticos que permitieron los préstamos, denominados salvatajes.

La creación del euro fue un evento mucho más que económico. Se trató de un paso más hacia la unión de los países europeos. Se optó por mirar más el aspecto de incrementar la cercanía de los países y dejar de lado las contras de tener una unión monetaria entre países con una vida interna distinta.

EURO bill 100Los problemas que ocasiona una unión monetaria fue un tema constante desde el 2010, cuando estalló la crisis en Grecia. Desde entonces siempre se escuchan voces en contra del euro, a favor de que tal o cual país regrese a la moneda local para resolver sus problemas económicos y cuestiones por el estilo.

Lo más probable es que el día que un país deje el euro sea por principalmente por cuestiones políticas y no económicas.

Aún se mantiene varias voces en contra del euro y del accionar del Banco Central Europeo. Pero no parece demasiado preguntarse si el euro puede haber sido clave en mantener Europa lejos del infierno.

Jugando un poco, se pueden plantear como podría haber sido el pasado sin el euro. ¿Qué hubiera ocurrido durante la crisis a principios del 2009 el euro desaparecía? ¿Cómo hubiera sido si no existía ningún acuerdo en materia cambiaria entre los países? Se pueden plantear miles de casos y situaciones, siempre hipotéticas y subjetivas, pero no por ello, no sirven para ver que el euro pudo haber jugado un rol positivo y clave.

¿A quién le hubiera tocado las puertas España para pedir ayuda? Se puede pensar que si esos bonos en vez de euros, estaban en pesetas (la anterior moneda de España), la suba en la tasa de interés hubiera sido mayor; lo que indirectamente hubiera contribuido a empeorar la situación. El Fondo Monetario Internacional seguramente hubiera ayudado, pero no ilimitadamente y tal vez, siempre insuficientemente. España podría haber sido la actual Grecia, pero con una moneda mucho más devaluada, un ajuste mayor (más recorte de gasto público y además pérdida de valor de la peseta) y se enfrentaría por años a tasas de interés elevadas.

Sin ir en cada país, con un pequeño ejercicio puede quedar demostrado que parte del enojo hacia el Banco Central Europeo por su accionar en la crisis desde españoles o griegos, puede que esté basado en no imaginar que hubiera sido sin está institución.

EURO DEDOEl hecho de tener bonos en euros y estar en la Eurozona le garantizó a España tener a alguien a quien acudir y con posibilidad de ayuda. Los bonos en euros, si bien hubo momentos en que cayeron con fuerza, seguramente se mostraron siempre más apetecibles que si hubieran sido emitidos en pesetas.

Ni siquiera ha sido mencionado en los párrafos anteriores las consecuencias en términos de poder adquisitivo para los ciudadanos de los respectivos países si la región hubiera incurrido en una guerra de divisas, con devaluaciones masivas e intervenciones.

El euro es un blanco fácil y como se ve en él algo poco flexible y una estructura alta y grande que se puede venir abajo; es en realidad algo más flexible de lo que parece y que puede haber sido una de las razones por las cuales varios países de la Eurozona, aún en la crisis en que se encuentran, sigan con elevados ingresos per capita.

Sin el euro, ¿la salida de la crisis es más rápida?

Otro factor que se puede pensar es que si no hubiera estado el euro, los países hubieran tenido mayor flexibilidad para salir de la crisis, a través de ajustes devaluatorios y por la posibilidad de aplicar políticas monetarias conjuntas.

Ahora, si imaginamos los momentos pico de la crisis, los de mayor tensión, los funcionarios y los políticos harían lo que sea por ganar tiempo y credibilidad; lo que llevaría posiblemente a que unos se hubieran unido con otros para aplicar políticas conjuntas en lugar de separarse. Es decir, que la tensión máxima podría haber llevado a una unión buscada por el lado de la desesperación. Si cuesta imaginar esto, baste pensar en los bancos. ¿No hubieran acaso actuado en conjunto funcionarios alemanes e italianos por ejemplo para evitar la caída de las instituciones más grandes temiendo por los efectos sobre el resto de la economía?

 Tal vez sí, si el euro no existiese hoy la economía europea en general estaría creciendo, en lugar de estar estancada. Lo que no está claro es cual hubiera sido el piso de la crisis. Si bien hay países que siguen aún en penosa situación y que no ven aún la luz al final del túnel; sin la existencia de la zona del euro o la Unión Europa de la forma en como existe en la actualidad, la caída en los niveles de ingreso y de producción casi seguramente hubieran sido más bruscos y dañinos y la recuperativo hubiera tenido que comenzar en niveles ruinosos.

 Aún puede costar imaginar esto. Una ayuda extra puede venir desde el país que se uso varias veces de ejemplo para lo que Grecia debía hacer. Se puede pensar en Argentina durante la crisis del 2001. ¿Qué hubiera pasado si el Mercosur hubiera sido algo como la Unión Europea y hubiera acudido a ayudar financieramente a Argentina cuando el FMI no lo quiso hacer más? Posiblemente esto hubiera evitado los eventos de diciembre de 2001 (caída de gobierno, devaluación, default, quiebre del sistema financiero, crisis institucional y social), tal vez solo por un tiempo… Pero tal vez era eso lo que Argentina necesitaba: menos de un año después, la cotización de los commodities agropecuarias que componen la mayor parte de las exportaciones argentinas, se disparó en los mercados internacionales contribuyendo con ingreso de dólares al país y al estado nacional y jugando un rol clave en la recuperación de la economía.

El crecimiento a largo plazo de un país está determinado en gran parte por la calidad institucional. Una moneda es parte de estas instituciones. Desde este rol, el euro juega y seguirá jugando un papel importante en Europa y es desde allí, desde donde hay que empezar a analizar la importancia de la moneda común. Las instituciones en épocas de crisis extremas pueden salvar el futuro de un país.