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El presidente de EEUU, agita el miedo a una ofensiva global con una guerra de divisas a través de su medio favorito, Twitter. El mandatario ataca al euro y denuncia que la moneda europea y otras divisas están devaluadas frente al dólar para perjudicar a EEUU. Trump ha vuelto a atizar a la Reserva Federal por mantener un dólar fuerte con los tipos de interés altos y su estrategia de reducir el balance de activos.

Un artículo de Bloomberg sobre el aluvión de turistas que espera Europa en la campaña de verano ha desatado la furia de Trump. El presidente de EEUU ha compartido su reflexión a través de red social favorita y ha señalado que los problemas de sobrecapacidad del trurismo europeo se debe a un euro manipulado a la baja. «Esto se debe a que el euro y otras monedas están devaluadas contra el dólar, lo que pone a Estados Unidos en una gran desventaja», ha afirmado.

Trump vuelve a agitar el miedo a desencadenar una guerra de divisas, en mitad de la ofensiva comercial contra China en la que está inmersa EEUU. No es nada nueva la queja de Trump sobre lo sobrevalorado que está el dólar y lo perjudicial que es para el país. Pero la amenaza toma forma y cuerpo, teniendo en cuenta que hace un par semanas desde el Departamento de Comercio se estaba estudiando la manera de establecer un régimen de sanciones con aranceles adicionales a los países que devaluaran sus monedas.

El secretario de Comercio, Wilbur Ross, en un comunicado confirmó este extremo afirmando que esta medida «es un aviso para los productores extranjeros si perjudican a la industria de EEUU con subsidios monetarios». Mientras el Departamento del Tesoro está monitorizando las oscilaciones de las monedas de sus socios comerciales para detectar posibles manipulaciones y de esta manera establecer aranceles compensatorios a los productos importados de los países que presuntamente devalúan sus monedas.¿Se está pegando Trump un tiro en el pie? Las amenazas comerciales hacen fuerte al dólar

Ross defendió que el objetivo es proteger a los trabajadores, agricultores y empresas estadounidenses «de las exportaciones subvencionadas injustamente» de otros países.

Una de las principales obsesiones de Trump es el déficit comercial que tiene EEUU con sus socios comerciales y principalmente culpa al precio de dólar de esta situación. En pleno pulso con China y con la amenaza de poner aranceles a todos los productos de China , ahora el magnate vuelve a uno de sus recurrentes mantras. El dólar está caro por la manipulación del resto de países.

«La administración Trump ha señalado claramente que los conflictos cambiarios son el próximo frente en la guerra comercial contra países con los que Estados Unidos tiene grandes déficits comerciales», recuerda Eswar Prasad, profesor de economía en la Universidad de Cornell.

El punto de vista de Trump es un cambio radical a la perspectiva histórica de EEUU que siempre ha apostado por un dólar fuerte para que sea la referencia de los mercados financieros y símbolo de estabilidad económica. Un dólar caro implica poder comprador en el exterior y también un fuerte atractivo para los inversores extranjeros, a pesar de que reste competitividad a la economía estadounidense.

La Fed, el complice necesario para la estrategia de Trump

La decisión final de aranceles compensatorios dependerá del estudio y análisis del Departamento del Tesoro que presentará el próximo 27 de junio. Su evaluación podría agravar las actuales tensiones comerciales.

Para cumplir con la estrategia de Trump de desatar una guerra de divisas debería contar con la complicidad de la Reserva Federal. De ahí que buena parte de sus ataques estén dirigidos a la Fed y al presidente del banco, Jerome Powell, rompiendo la tradición de silencio de la Administración sobre la política monetaria que se está aplicando.

Por ello, a Trump le llevan los demonios cuando recuerda que la Fed subió los tipos de interés en cuatro ocasiones el año pasado. Y carga furibundamente contra los planes de la Fed de reducir su balance para dejar de intervenir en el mercado de deuda.

Sin embargo, el impacto que está teniendo la guerra comercial sobre la economía estadounidense y el temor a una desaceleración profunda ha provocado un giro en la política monetaria de la Fed desde final de año. Powell anunció que paraba las alzas de tipos y en marzo anunció que levantaba el el pie del acelerador en la reducción de su balance, el conocido como Quantitative Tightening. La Fed después de lanza el QE 3 engordó su balance a 3,48 billones de dólares, casi cuatro veces el PIB de España, a base de comprar deuda pública y privada.  Cada mes han desaparecido 15.000 millones de dólares en bonos del Tesoro (del balance) en lugar de 30.000 millones como venía ocurriendo hasta ahora. Pero en septiembre se detendrá la operativa. Trump lo que pretende es que el helicóptero de la Fed de hacer dinero continúe volando para depreciar el dólar.

Fuente: eleconomista.es