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Ha llegado el día decisivo. Un día que se espera lleno de fuertes lluvias en todo Reino Unido decidirá la dirección que tomará el país en las próximas décadas. Una victoria aplastante conservadora desataría el Brexit en cuestión de semanas, mientras que una coalición anti-Brexit dirigida por los laboristas llevaría a un segundo referéndum con claros tintes izquierdistas en la política económica.

Las urnas se abrirán en todo el país a las 7 de la mañana (8 hora peninsular española) y estarán abiertas hasta las 22 (23 en la península). Durante el día puede haber encuestas y los partidos pueden seguir haciendo campaña, siempre que lo hagan lejos de los colegios electorales. Los principales candidatos mandarán a grupos de militantes a tocar en las puertas de los vecinos que hayan mostrado sus simpatías hacia ellos una última vez para recordarles que voten.

En el momento preciso en el que se cierren las votaciones, las tres grandes cadenas de televisión del país -BBC, ITV y Sky News- darán los resultados de una macroencuesta a pie de urna, con más de 40.000 respuestas obtenidas de entre las 650 circunscripciones del país. El resultado de este sondeo suele ser muy certero, pero incluso un pequeño margen de error puede dejar en el aire un par de decenas de escaños clave.

A partir de ahí, tocará esperar. Al contrario que en España, el recuento no se realiza en el momento en cada mesa, sino que las urnas se trasladan a centros especiales sonde se recogen todos los votos de una o varias circunscripciones cercanas entre sí. Allí, un grupo de ‘cuentavotos’ profesionales realizarán el conteo, ante los ojos de apoderados y miembros de la administración.

Los primeros resultados serán los del condado de Tyne and Wear, un feudo laborista, cuyas principales ciudades (Newcastle y Sunderland) hacen carreras (literalmente, llegan a contratar a corredores profesionales para trasladar las urnas lo más rápido posible) para ser las primeras en anunciar los resultados en todo el país. Los primeros datos reales llegarán, así, en torno a la medianoche británica, una hora más tarde en la península. Aunque los laboristas ganen allí de nuevo, con toda probabilidad, el movimiento en su porcentaje de voto puede dar pistas sobre lo que estaría ocurriendo en el resto del país.

A continuación, los resultados empezarán a llegar, gota a gota, durante la madrugada. El foco empezará en los escaños históricamente laboristas del noroeste de Inglaterra que Boris Johnson espera capturar para lograr su anhelada mayoría absoluta. Y según avance la noche, los resultados pasarán al sureste, feudos ‘tories’ que votaron a favor de permanecer en la UE y que están en peligro de caer del lado de los liberales.

Discurso de victoria… ¿o no?

A primera hora de la mañana, con los resultados ya tomando forma, el foco estará sobre el propio Johnson, cuyo escaño no está garantizado. Aunque él sigue siendo el favorito, un movimiento de unos 2.500 votos en un territorio crecientemente hostil para los conservadores podría dejarle fuera del Parlamento y desatar una nueva crisis constitucional. Si las cosas van bien para él podrá cantar victoria allí mismo, rodeado de dos humoristas vestidos de Darth Vader con cubos en la cabeza, Lord Buckethead y Count Binface, una de las absurdas tradiciones electorales británicas. Si, por el contrario, su partido sufre un descalabro inesperado, las cámaras se desplazarán unos 27 kilómetros dentro de Londres, al escaño que el laborista Jeremy Corbyn defenderá, salvo hecatombe total, en Islington.

Sobre la mediodía del viernes, el ganador irá a visitar a la reina al Palacio de Buckingham, a anunciarle que está dispuesto a formar Gobierno. Eso, claro está, siempre que el resultado sea lo suficientemente claro. Si los ‘tories’ pierden algunos escaños y las sumas se hacen endiabladas, quizá habrá que esperar días a saber si Johnson tendrá que hacer la mudanza o no. Sea lo que fuere, algo deberá estar aclarado para el próximo martes, cuando se abrirá la nueva legislatura.

Fuente: eleconomista.es