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  • Los analistas prevén que la Fed comience a reducir el balance este año
  • Bernanke cree que aún no es el momento idóneo para reducir el balance
  • El proceso debe ser lento y muy predecible para no dañar al mercado

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Economistas y miembros relevantes de la Reserva Federal han comenzado defender la necesidad de que la Fed reduzca su balance. Ha pasado casi una década desde que el máximo organismo monetario de EEUU comenzase su primer programa compra de activos. Entre 2008 y 2014, la Fed paso de tener un balance de unos 800.000 millones de dólares a los 4,45 billones que acumula ahora. Inversores y analistas temen la reacción de los mercados si la Reserva Federal comienza a soltar lastre, puesto que esta acción podría afectar al precio de ciertos activos, como los valores respaldados por hipotecas (MBS por sus siglas en inglés).

Según destacan desde el portal financiero Bloomberg, si la Fed comienza a vender los MBS, la recuperación del mercado inmobiliario podría tambalearse. De los 4,45 billones de activos que atesora el organismo monetario en su balance, alrededor de 1,75 billones son valores respaldados por hipotecas.

Sólo en 2016, la Fed compró unos 387.000 millones de dólares en bonos respaldados por hipotecas. Aunque los programas de estímulos terminaron en 2014, la Reserva Federal se compromete a mantener su nivel de tenencias de activos, es decir, que cuando vencen 1.000 millones de dólares en MBS, la Fed se encarga de comprar la misma cantidad, dinamizando así el mercado y el precio de estos activos.

Todos los activos que acumula la Fed en su balance (4,45 billones)

Según los economistas de la agencia de calificación Moody’s, si la Fed deja de comprar estos valores, los tipos de las hipotecas a 30 años podrían subir con fuerza, incluso más allá del 6% en un periodo de tres años.

Un cambio con la crisis

Tradicionalmente, la Reserva Federal ha intentado influir en la oferta monetaria mediante las operaciones de mercado abierto con bonos del Tesoro de EEUU, pero pocas veces había comprado valores respaldados por hipotecas, hasta que llegó la crisis financiera de 2007.

Las compras masivas de estos valores han ayudado a la recuperación del mercado inmobiliario, según destacan desde Bloomberg. Esta intervención en dicho mercado junto a unos tipos de interés cercanos a cero redujeron los costes de las hipotecas a la par que se fomentaba la expansión de nuevo crédito respaldado por la vivienda. Ahora está llegando el momento de quitar los ruedines a la bicicleta y comprobar si el conductor mantienen el equilibrio solo.

Marty Young, analista de renta fija en Goldman Sachs, resume esta operación con la siguiente frase: «El mayor comprador va a abandonar el mercado, por lo que habrá una demanda menos de MBS». Si la demanda por un tipo de activo cae mientras que la oferta se mantiene constante, su precio bajará y en este caso los intereses de los MBS subirán.

Bernake pide calma

Ben Bernanke, el presidente de la Fed cuando se pusieron en marcha los programas de compras, cree que aún no ha llegado el momento de reducir el balance. En un artículo publicado en Brookings, explica que «antes de comenzar a reducir el balance, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) debería tener una idea clara de cuál debería ser su tamaño definitivo».

Bernanke, que fue presidente de la Fed entre febrero de 2006 y febrero de 2014, cree que en situaciones razonables podría tener cabida una reducción moderada del balance, pero destaca que «hay que reducir cualquier urgencia para comenzar este proceso».

Este experto destaca que para evitar distorsiones en el mercado, la reducción del balance se debe implementar cuando llegue el momento adecuado, de la forma más pasiva y predecible posible, y a un ritmo lento, que se puede extender durante años si es necesario.

Fuente: eleconomista.es