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Hasta catorce veces se repite el adjetivo «paciente» (la postura que adopta el FOMC a la hora de mover los tipos) en las actas de la Reserva Federal referentes a lo ocurrido en la reunión de enero. El tono y la inclinación de la política monetaria de los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) han cambiado (hacia una posición mucho más flexible) en los últimos meses. La desaceleración de la economía global, las turbulencias en los mercados y la tibieza de la inflación son los culpables. En la última reunión, el FOMC decidió por unanimidad mantener los tipos de interés en un rango objetivo del 2,25% al 2,5%.

La mayoría de los participantes apuestan por poner fin a la reducción del balance este mismo año. De este modo, la Fed volvería a reinvertir el total de los activos que van venciendo en su balance manteniendo unos niveles de liquidez relativamente elevados.

La Fed pondrá fin a la reducción del balance a finales de año

La Fed reconoce que los inversores han relacionado la reducción del balance con las turbulencias que han sufrido los mercados desde octubre hasta principios de enero.

Así, la Fed deja abierta la posibilidad de que la reducción del balance finalice antes de lo previsto (en 2021 según las primeras estimaciones) tras el endurecimiento de las condiciones financieras y la candidez de la inflación, lo que da margen al banco central para mantener un balance más grande.

Desde octubre de 2017, cuando comenzó la reducción, la Fed ha dejado que se evaporen unos 500.000 millones de dólares entre bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas (MBS por sus siglas en inglés). La vuelta a la normalidad financiera era obligatoria para evitar la creación de burbujas, desequilibrios financieros y el recalentamiento de la economía. Aunque en un primer momento se estimó que el tamaño del balance tendría que caer hasta los 2,3 o 2,5 billones de dólares, parece que finalmente se optará por un balance más rollizo, de unos 3,5 billones de dólares.

Todos los participantes se mostraron de acuerdo a la hora de asegurar que el nivel de reservas (el dinero que los bancos guardan en la Fed) se mantengan «en un régimen amplio que asegure el control de los tipos federal y otros tipos de interés a corto plazo».

¿Qué pasará con los tipos de interés?

Está relativamente claro el fin de la reducción del balance. Sin embargo, el futuro de los tipos de interés sigue en el aire para este 2019. Los miembros del FOMC reconocen que los próximos movimientos de los tipos de interés dependerán «del desarrollo económico y financiero global y de las presiones inflacionarias».

Una parte importante de los participantes en la reunión ven pocos riesgos si se mantienen los tipos en el nivel actual. «Varios participantes sugirieron que no estaba todavía claro el nivel de los tipos para finales de este año. Algunos participantes argumentaron que nuevas subidas de tipos podrían ser necesarias sólo sin la inflación fuera superior». Otros miembros apoyaron subidas de tipos si la economía «evolucionaba tal y como se espera».

La conclusión es que existe gran división en el seno de la Reserva Federal sobre cuál será el nivel adecuado del precio del dinero a lo largo del año.

Por otro lado, el FOMC acordó retirar del mensaje la parte en la que sostiene que los riesgos estaban equilibrados, lo que deja entrever que ahora se imponen los peligros a la baja para la economía.

«Los participantes señalaron una variedad de consideraciones que apoyaron un enfoque paciente de la política monetaria en este momento como un paso apropiado en la gestión de diversos riesgos e incertidumbres en las perspectivas», se dijo en la última reunión del FOMC.

Entre estos factores se incluye unas presiones inflacionarias que se han debilitado, el cierre del gobierno y el camino de la política fiscal estadounidense. Los funcionarios de la Fed también sopesaron el impacto que el ajuste de la política monetaria tendría sobre la actividad económica y las condiciones financieras, así como las negociaciones comerciales en curso entre EEUU y China.

No obstante, los funcionarios del banco central señalaron que si los vientos en contra potenciales se disiparan, estaría justificado revisar su paciencia, en un momento en que el 84,4% del mercado considera que no habrá subidas de tipos este año y un 11% baraja incluso una bajada de 25 puntos básicos el próximo 11 de diciembre, según las proyecciones del FedWatch, que elabora la CME.

 

 

Fuente: eleconomista.es