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El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha prolongado un tono prudente, este miércoles en Frankfurt, para referirse a la futura política monetaria en el bloque europeo.

Las previsiones para la inflación son positivas, pero con tasas que no se acercarán al objetivo del 2% hasta pasado el 2020, fecha por la que entonces, la silla del italiano habrá sido ocupada por su sucesor.

«Vemos avanzar a la inflación hacia nuestro objetivo en el medio plazo, estamos más convencidos que en el pasado de que esta convergencia se producirá», dijo el banquero durante su participación en una conferencia organizada por el Instituto de Estabilidad Financiera y Monetaria (IMFS). Sin embargo, Draghi ha querido explicar cómo es necesario observar mayores evidencias del desarrollo de los precios para modificar la política monetaria del regulador, que por ahora se mantendrá «paciente, persistente y prudente».

Estas declaraciones se encuentran en línea con el anuncio del pasado jueves, cuando Draghi mostró su negativa a ampliar el volumen y la duración de compra de activos de la institución a través de su programa de compra de activos (APP), que seguirá vigente hasta situarse en una cuenta de 30.000 millones al mes, un tímido avance hacia la normalización monetaria, sin tocar los tipos. Por ello, el débil avance reciente de los precios permitirá al italiano retirar los estímulos sin mayores sobresaltos.

«En referencia a la evolución de nuestras políticas, mantendremos las secuencias recientes en nuestra orientación futura, es decir, conservaremos los tipos de interés en sus niveles actuales tras el fin del programa de compra de activos», ha declarado el presidente del BCE en Frankfurt.

Esto significa, que por ahora, los tipos oficiales se mantendrán en el 0%, con el de facilidad de depósito en el -0,4%.

 

Fuente: bolsamania.com