molFX

La inflación en EEUU marcará el futuro a corto y medio plazo de las bolsas mundiales, pero también de la economía influyendo en la política monetaria de los bancos centrales.

El dato de hoy aviva los temores a que una subida de los precios mayor de lo esperado obligue a la Reserva Federal y el BCE a endurecer su hoja de ruta hacia una subida de tipos más acelerada.

Detrás de las turbulencias de las últimas semanas, está el miedo a que la inflación aparezca de manera agresiva tras una década marcada por las medidas extraordinarias de los bancos centrales inyectando cientos de miles de millones a las economías. Hace dos semanas el dato de empleo de EEUU desató el pánico.

Las cifras escondían un repunte de los salarios por hora en enero del 2,9%, la mayor subida desde 2009. Desde hace meses, los bancos centrales mostraban su preocupación porque la recuperación económica no se estaba reflejando en los precios. El motivo era que la mejora de la economía no se estaba trasladando a los salarios. El dato cortocircuitó a los mercados. Se produjo una venta masiva de bonos soberanos y una sacudida en la renta variable.

Posibles reacciones

Desde antes de las turbulencias, el mercado ya venía anticipando un giro en la política monetaria de los bancos centrales, principalmente del BCE para que diera la señal del comienzo de la retirada de estímulos económicos, y este pasaba por una evolución al alza de la inflación. Con la Reserva Federal ya inmersa en subidas de tipos, el mercado de bonos soberanos se comenzó a tensionar aumentando las rentabilidades y tasas reales de los intereses.

Aunque la reacción fue positiva en enero para las bolsas, el mercado temía que una retirada abrupta de las compras masivas de deuda provocaría un crash en los bonos ante la desaparición de las grandes manos fuertes del BCE. Aunque la entidad no ha movido ficha, en cierta manera se ha producido por la extrema sensibilidad de los tenedores bonos a cualquier señal aviso y la inflación es la principal. «En este momento todo está sujeto al estado de hiperestesia que viven los mercados de renta fija y de renta variable por lo que habrá que estar preparados para vivir esta tarde o bien una explosión de júbilo y pánico comprador o bien una verdadera montaña rusa», resume Crespo.

Fuente: eleconomista.es