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Los inversores y fondos que negocian los futuros que cotizan sobre el cruce del euro con el dólar, con afán especulativo -no comercial-, en el mercado de derivados de Chicago no secundaban tanto una escalada de la moneda común frente al billete verde desde antes de que estallara la crisis.

La última posición neta compradora de estos especuladores -conocida el viernes 15 de diciembre- es de casi 114.000 contratos. Solo el 15 de mayo de 2007 fue mayor, de 119.538. «El euro cotizaba aquel día a 1,35 dólares y un año más tarde a 1,55 -ver gráfico-«, apunta Juan Ignacio Crespo, asesor del fondo de inversión Multiciclos Global Renta 4.

Las posiciones bajistas sobre el euro de estos fondos, entre los que se encuentran los hedge funds o vehículos de cobertura, se acercaron a cero en las jornadas previas a la victoria de Emmanuel Macron en las elecciones de Francia, el 7 de mayo de este año. Con la derrota de la candidata ultraderechista Marine Le Pen, el último de los riesgos políticos que, cual fantasmas, habían tenido aterrorizados al euro y a las bolsas del Viejo Continente durante meses se disipó.

Desde ese momento, la divisa comunitaria empezó a revalorizarse con un impulso renovado. Subió un 10%, hasta alcanzar los 1,20 dólares el 8 de septiembre, donde frenó en seco los ascensos. Bajo ese nivel aguarda ahora a que pase el mal trago de Cataluña y a que su fortaleza no amenace los positivos datos de crecimiento económico, ni el incremento de las ganancias empresariales, ni que vuelva a tumbar la inflación que a duras penas parece despertar.

¿Hacia máximos?

Lo irrefutable es que, a día de hoy, los especuladores no solo han dejado de tomar posiciones en el euro para beneficiarse de su apreciación, sino que compran tantos contratos de futuros sobre su cruce con el dólar esperando que se revalorice como hicieron en 2007, tras lo que la moneda común salió disparada en busca de sus máximos históricos, sobre los 1,6 dólares que superó el 22 de abril de 2008.

Por ello, no sería descabellado que el euro vuelva a arrancar una racha de subidas, aunque bien es cierto que el último dato de la posición neta de los contratos no comerciales debería estar ya reflejada en el cruce.

Las principales amenazas a las que se enfrenta el euro son: primero, cómo vaya modulando su postura el Banco Central Europeo (BCE) y su presidente, Mario Draghi, ante la tarea de reducir los estímulos y de subir los tipos de interés que ya están emprendiendo, y segundo, cómo se tome este mismo proceso la Reserva Federal estadounidense (Fed) -sin Janet Yellen al frente- tras la reforma fiscal en Estados Unidos, donde la normalización de la política monetaria ya está mucho más avanzada.

«Puede que el efecto Draghi ya no sea suficiente para debilitar (o fortalecer) el euro en varios puntos porcentuales en cuestión de segundos», reflexiona el equipo de analistas de Monex en el informe posterior a la última reunión del BCE, tras la que, no obstante, reconoce que «la divisa cayó durante la conferencia de prensa» al entenderse que la institución confía en la solidez del crecimiento económico, pero que reconoce que «la eurozona se encuentra en una fase más temprana de su ciclo empresarial respecto a Estados Unidos».

«La inflación todavía tiene que dar señales de una aceleración sostenible, para que la reducción de los estímulos del BCE siga adelante», concluye Monex. De hecho, como remarca Afex, «mantuvo su compromiso de añadir más incentivos monetarios el tiempo que sea necesario y pronosticó que la inflación permanecerá por debajo del objetivo fijado hasta el año 2020».

Señal de fuerza al superar los 1,186 dólares

«El euro giró a la baja tras alcanzar la resistencia de los 1,1865 dólares, que es la que debía ser superada para encontrar evidencias técnicas que alejan el riesgo de asistir a un proceso consolidativo más amplio, y que podría llevar al par a buscar la zona de 1,1550 e incluso los 1,1420 dólares por euro», explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, desde el punto de vista técnico. Este miércoles consiguió batir ese nivel clave, «lo que reafirma el soporte en los 1,17», concluye.

Por: DANIEL YEBRA

Fuente: eleconomista.es