molFX

  • El ministro de Finanzas critica la rigidez de las normas laborales
  • Lou Jiwei pide rebajar las expectativas con la reforma fiscal

El ministro de Finanzas de China, Lou Jiwei, advirtió hoy que el aumento en los salarios que se ha producido en la segunda economía del mundo en los últimos años «no es sostenible» y planteó introducir más «flexibilidad» en el mercado laboral.

«En los últimos años, las subidas de los salarios han sido muy superiores a la productividad. Esto no es sostenible», afirmó el titular de Finanzas, en una de las contadas ruedas de prensa que ofrece al año, en paralelo al pleno anual de la asamblea legislativa.

En este sentido, Lou sugirió que la vigente Ley del Contrato Laboral china ha provocado un rápido aumento de los sueldos al estar diseñada, dijo, para proteger a los trabajadores, por lo que sugirió enmendar esta norma y hacerla más flexible.

A medida que avanza la transformación de la estructura económica china hacia los servicios, con un papel más secundario para la industria, las empresas, explicó el ministro, necesitarán contratos temporales y «usar de forma más flexible a los empleados».

«La actual Ley de Contrato Laboral se basa en unas horas de trabajo fijas, así que es difícil para este tipo empresas que necesitan trabajadores flexibles», declaró el titular chino de Finanzas.

Aunque Lou reconoció que la legislación laboral no es competencia directa de su ministerio, lamentó que esta norma resta oportunidades de negocio, lo que, a su juicio, perjudica a los intereses de los trabajadores y se posicionó a favor de una reforma. «Esto impactará en el crecimiento económico y los ingresos y los gastos de las finanzas centrales se verían influidos», afirmó Lou.

Rebaja las expectativas fiscales

Por otro lado, el ministro pidió que se rebajen las expectativas ante la reforma fiscal y presupuestaria que prepara su departamento, tras reconocer que se han producido retrasos y que no se están cumpliendo los plazos. Lou confirmó que el próximo 1 de mayo culminará la transición del impuesto de sociedades al impuesto sobre el valor añadido (IVA) en todos los sectores, tal y como anunció el primer ministro, Li Keqiang, el sábado pasado.

La reforma fiscal, que modificará la distribución de las cargas impositivas a empresas y particulares y la asignación de recursos del Gobierno central a los locales, tiene múltiples ramificaciones en otras iniciativas que persigue el Gobierno, como sus planes para reducir los excesos de capacidad de la industria.

Lou explicó que esta medida contribuirá al incremento del déficit fiscal hasta el 3% del producto interior bruto (PIB) previsto para este año, con el que Pekín espera «vigorizar» el crecimiento económico rebajando las cargas impositivas a las empresas.

«Tenemos que decir claramente que las expectativas no deberían ser muy altas, tenemos que gestionar las expectativas, esto es un proceso», dijo el ministro de Finanzas chino.

La extensión del IVA a la construcción, el sector inmobiliario, las finanzas y los servicios de consumo estaba prevista inicialmente para 2015,pero se retrasó debido al gran número de empresas que operan en estas áreas de actividad.

«El progreso en la reforma del IVA el año pasado fue más lento de lo que esperábamos», concedió Lou, quien proclamó que se harán «todos los esfuerzos» para cumplir con la nueva fecha límite del 1 de mayo.

Lou recordó que la reforma fiscal tiene objetivos muy diversos que requieren la coordinación de todos los niveles de la administración y que la transición al IVA, que empezó a aplicarse de forma piloto en algunos sectores en 2012, es sólo uno de sus pasos. Con este cambio, el Estado pasa de cobrar tasas sobre los ingresos brutos de las empresas a recaudarlos sobre la diferencia entre el precio de las materias primas antes de impuestos y sus costes de producción, con el objetivo de aliviarles la carga fiscal.

Según un estudio reciente del banco de inversión chino CICC, desde que se puso en marcha el programa piloto para introducir el IVA las firmas chinas han ahorrado alrededor de 75.000 millones de dólares en impuestos.

Fuente: eleconomista.com