molFX

Reino Unido se enfrenta este jueves a una nueva jornada de infarto. El país vuelve a estar de actualidad, con el fantasma del Brexit sin acuerdo sobrevolando. La primera ministra británica, Theresa May, viaja a Bruselas para reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en un intento de abrir de nuevo las negociaciones sobre la salida del país de la UE.

Y a la vez, el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés), da a conocer el resultado de su última reunión de política monetaria.

Y es que pese a que la Comisión Europea dice que ya está todo hablado, lo cierto es que la reunión fijada para este jueves entre May y Juncker insufla cierta confianza. El bloque comunitario ha pedido a la primera ministra que detalle su petición, que explique exactamente qué es lo que quiere cambiar del acuerdo para lograr el apoyo del Parlamento y cómo quiere proceder, lo que según los expertos de Barclays sugiere que «la puerta de la renegociación no está del todo cerrada». Una postura que incluso ha compartido la canciller alemana, Angela Merkel, que ha dicho que «con creatividad, podemos encontrar una solución para Irlanda del Norte».

«Los ‘arreglos alternativos’ podrían adoptar la forma de una fecha de expiración, una cláusula de salvaguardia o cualquier proceso que conduzca a un fin formal del mecanismo de protección», dicen desde Barclays, cuyos analistas consideran que hasta ahora la actitud del bloque ha sido algo «ambivalente» y que eso permite pensar en que la primera ministra tiene alguna posibilidad para acercar posturas. Sobre todo teniendo en cuenta la presión del calendario. Cada vez está más cerca la fecha del Brexit, previsto para el 29 de marzo, lo que hace más que necesario el acuerdo para evitar una salida desordenada y caótica que ponga en peligro la estabilidad tanto de Reino Unido como de la UE. De hecho, Barclays apunta que «la presión del tiempo siempre fue parte de la solución».

 

ATENCIÓN A LA REUNIÓN DEL BoE

Aunque la atención no solo se dirigirá a Bruselas, sino también a Londres, donde el Banco de Inglaterra dará a conocer el resultado de la última reunión de su Comité de Política Monetaria (PMC), es decir, anunciará su decisión sobre los tipos de interés.

Los expertos de Oxford Economics aseguran que lo que anuncie el organismo que gobierna Mark Carney estará muy condicionado por la falta de claridad sobre la forma en que se ejecutará la salida del Reino Unido de la UE, o dicho de otro modo, por las dudas que aún planean respecto a si se hará con acuerdo o si habrá un Brexit duro. En su opinión, todo esto hace que «la evaluación de las perspectivas para la economía sea problemática», lo que convierte en «inevitable» que el BoE «mantenga una actitud de ‘esperar y ver’ en la reunión de este mes». No obstante, remarca esta casa de análisis, aunque no hubiese complicaciones relacionadas con Brexit «los datos económicos más recientes aconsejan inacción».

La inflación cerró 2018 por debajo de lo esperado por el Banco de Inglaterra, a lo que hay que añadir que la previsión de PIB también se ha recortado. Eso, unido al hecho de que la economía mundial está desacelerándose, podría hacer que el BoE optase por mantener los tipos sin cambios. Desde Rabobank apuntan que es muy posible que el Banco de Inglaterra se quede «en la oscuridad», dado que espera, al igual que en noviembre y en diciembre, y posiblemente incluso en marzo, «más claridad sobre el Brexit». Por eso, los expertos de esta firma no auguran ningún cambio en la política monetaria. De hecho, apuntan a que no será hasta el mes de mayo cuando el organismo que dirige Carney se plantee una subida de los tipos hasta el 1% (actualmente están en el 0,75%), aunque apuntan que solo se llevaría a cabo en caso de que la salida de Reino Unido de la UE se haga con acuerdo.

Una postura con la que coinciden los analistas de Berenberg, que apuntan que la subida de tipos llegará en mayo si el Parlamento británico «toma pronto medidas para eliminar el riesgo de la recesión», algo que solo se logrará si hay Brexit con acuerdo. De hecho, apuntan que si Sin embargo, si el Reino Unido abandona la UE sin acuerdo el 29 de marzo de 2019, el Banco de Inglaterra «podría moverse en la dirección opuesta y relajar agresivamente su política monetaria». Además, creen que si el Parlamento británico opta por un segundo referéndum, el retraso en la resolución final sobre Brexit «crearía complicaciones adicionales para las perspectivas de la política monetaria». Es por eso que ven crucial lo que pueda decir Carney este jueves, y es que, como dice Berenberg, «cualquier orientación sobre la posible evolución futura de los tipos debe depender de un resultado actualmente desconocido sobre el Brexit».

 

 

Fuente: bolsamania.com