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sigue fiel a su hoja de ruta y no alargará la compra de activos.

 

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), ha asegurado que el programa de compras netas de activos finalizará en diciembre, a pesar de que «las incertidumbres globales, las vulnerabilidades en los mercados emergentes y la volatilidad se han incrementado de forma reciente».

Aún así, la política monetaria seguirá siendo acomodaticia por un tiempo a través de los bajos tipos de interés y de las reinversiones de los bonos que vayan venciendo en el balance del BCE.

Draghi ha querido descartar así una prolongación del programa de compras netas de activos (QE por sus siglas en inglés) porque su «mandato no es mantener unas buenas condiciones financieras para que los gobiernos financien su déficit». Este mes de septiembre, las compras netas de activos se han reducido a la mitad (15.000 millones de euros mensuales) y seguirán así hasta diciembre como última fase del QE.

Con el fin del QE, el interés de algunos bonos soberanos podría incrementarse, aumentando el coste de financiación de la deuda para los países que tienen más problemas fiscales, como pueden ser Italia, Grecia o España. Un aumento de la prima de riesgo en los países periféricos podría resucitar los fantasmas de la crisis de deuda soberana de 2012.

El banquero se ha mostrado tajante y ha asegurado que se mantendrán las reinversiones de las compras de bonos que vayan venciendo, pero esta será la única política que se va a implementar en lo que a compra de activos se refiere a partir de 2019.

Draghi ha vuelto a llamar a los gobiernos de la Eurozona para que aprovechen este periodo de bajos tipos de interés para volver a construir amortiguadores fiscales con el objetivo de luchar contra próximas recesiones.

Al ser preguntado por la posible prolongación del programa de activos, Draghi ha contestado de forma tajante que los tiempos son los marcados porque «al igual que el mandato del BCE no es proteger los beneficios de los banqueros o de las compañías de seguros durante los tiempos de bajos tipos y compras de activos), pero tampoco es que los países puedan pagar su déficit (tras el fin del programa de compras)».

 

 

 

 

Respecto a las perspectivas de crecimiento e inflación, Draghi ha destacado que la previsión es que el PIB avance un 2,5% en 2017, un 2% en 2018, un 1,8% en 2019 y un 1,7% en 2020, ligeramente por debajo de lo pronosticado en las

Los tipos se mantienen

En los aspectos más técnicos, el Banco Central Europeo ha mantenido el tipo de interés principal al que presta a los bancos el 0% y el fin de las compras de deuda para diciembre de este año. Tras la reunión de su Consejo de Gobierno, el BCE también ha informado de que continuará cobrando a los bancos un 0,4% por el exceso de sus reservas a un día (facilidad marginal de depósito) y que seguirá prestando a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito).

El programa de compras, que se mantiene hasta diciembre, establece el ritmo de adquisición de activos en 15.000 millones de euros mensuales, la mitad de lo que había estado siendo hasta ahora.

No obstante, aunque el programa de compras netas finalice en diciembre, el Consejo de Gobierno prevé reinvertir el principal de los valores adquiridos que vayan venciendo «durante un periodo prolongado de tiempo tras final de las compras netas de activos». Es decir, el tamaño del balance se mantendrá en los 4,5 billones de euros durante un tiempo hasta que la reinversión finalice, algo que ya está ocurriendo en EEUU, por ejemplo.

Fuente: eleconomista.es