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  • Podría ampliar el porcentaje de cada emisión que puede comprar

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Como ha sido habitual durante los últimos años, toda la atención del mercado durante la sesión de hoy estará en la reunión que sostendrá el BCE y en las palabras posteriores de Draghi. Desde que se ha empezado a hablar sobre el ‘tapering’ -retirada paulatina de los estímulos- y no solo de más política monetaria, el Banco Central Europeo ha logrado quitarse presión y rebajar las expectativas, si bien el mercado aún descuenta una extensión del ‘QE’.

En concreto, el 89% de los expertos encuestados por Bloomberg espera que anuncie una extensión del programa de compra de activos más allá de marzo de 2017 y la mayor parte de los economistas espera que tome esta medida en la reunión de hoy. «Esperamos que el BCE anuncie que extenderá su QE hasta septiembre de 2017 y que mantenga las compras en el ritmo actual de 80.000 millones de euros mensuales», explican desde Credit Suisse. Asimismo, en UBS señalan que una decisión así «parecería en línea con las expectativas del mercado».

Sin embargo, esta ampliación de las compras plantea otro problema que el BCE tendrá que resolver. Con las reglas que se ha autoimpuesto en su programa de compras, la entidad corre el riesgo de quedarse sin deuda de países como Alemania, Portugal o Finlandia para comprar. En este contexto, los analistas creen que el banco tendrá que cambiar sus propias normas para poder continuar con su programa.

Una de las opciones de las que se habló en el pasado es la de cambiar la clave de capital -la forma en la que la máxima autoridad monetaria tipifica la cantidad de deuda que tiene que comprar de cada país-, pero esta posibilidad ahora parece descartada por los expertos.

De este modo, los analistas preguntados por la agencia de noticias creen que lo que hará la entidad es incrementar el porcentaje de cada emisión que puede comprar, que ahora se sitúa en el 33% en el caso de la deuda soberana. La otra opción que tiene más fuerza es que elimine el suelo de la tasa de depósito -los bonos que cotizan por debajo del -0,4% ahora quedan fuera de su alcance-.

«Estos cambios deberían ser suficientes para que pueda implementar sus compras al menos durante todo 2017», señalan en UBS, donde consideran que «ajustes controvertidos políticamente o desviaciones de la clave de capital son improbables a estas alturas».

La atención en el tapering

Con el mercado poniendo en precio una ampliación del programa, la atención también estará centrada en las palabras que pueda pronunciar el banquero italiano en torno a una retirada de los estímulos. Aunque se espera que amplíe los mismos, los expertos creen que Draghi podría empezar a dar pistas sobre la llegada del tapering, si bien no se ponen de acuerdo sobre el inicio del mismo.

Una de las pistas en las que se fijará el mercado para saber cuándo podría llegar la retirada de los estímulos serán las previsiones económicas para 2019, unos datos que desvelará por primera vez. «Para aplacar a los más hawkish [aquellos que quieren acabar antes con los estímulos] una revisión al alza de la trayectoria de inflación sería, en nuestra opinión, una seria pista de que una retirada se volvería el escenario más probable tras los acontecimientos del jueves», explican desde Bank of America Merrill Lynch.

«Las perspectivas macroeconómicas serán un fundamento importante para las decisiones del BCE. Las previsiones de inflación de 2019 permitirán a la entidad juzgar si la esperada subida de inflación hacia el objetivo de cerca pero por debajo del 2% es sostenible y, por lo tanto, provocada por más cosas que solo la volatilidad del precio del petróleo», señalan los economistas de UBS.

Fuente: eleconomista.es